Entradas

Mostrando las entradas de 2012

Modos ejemplares de ser fusilado (XIII): el gaucho Cabituna

Un fusilamiento por error, que hay muchos. Los hechos sucedieron durante la revolución nacionalista de 1874, cuando Mitre y Arredondo se levantaron contra Sarmiento. Un coronel tucumano, Julio Argentino Roca, comandaba la represión contra Arredondo, en Cuyo. Lo iba siguiendo despacito, sin atacarlo, para agotarle las fuerzas. El depuesto gobernador de Mendoza se estaba reorganizando y necesitaba enviarle un mensaje a ese joven coronel. Eligió para ello al más confiable de sus hombres –el gaucho Cabituna- dueño del mejor caballo que jamás había galopado por Mendoza. Un colorado hermoso. -Vaya con cuidado, Cabituna –le dijo-. Evite los caminos y no pare. Hay espías de Arredondo en todas partes. Confíe solo en las patas de su caballo. -Descuide. El potro nunca me falló. Cabituna dobló con cuidado el pequeño papel que le entregó el gobernador y lo escondió en la herradura del caballo. Cabalgó veinte horas seguidas esquivando los caminos, sin comer y sin dormir; pero p

Modos ejemplares de ser fusilado (XII): Sargento Músico Luciano Isaías Rojas.

Hay una frase ingeniosa que dice que la inteligencia militar es a la inteligencia, lo que la música militar es a la música, y que postula, en ambos casos, la existencia de un oxímoron. Yo sé, en cambio, que la vocación militar y la artística no son forzosamente incompatibles. Luciano Isaías Rojas había abrazado ambas vocaciones. Era sargento músico en la banda del Regimiento 2 de Infantería, pero también supo alguna vez empuñar el fusil y demostrar su estatura de soldado. Un último gesto antes de morir lo revela de una sensibilidad humana extraordinaria. El 9 de junio de 1956, un grupo de militares patriotas liderados por el general Juan José Valle se alzó en armas contra la dictadura de Aramburu. La proclama de los sublevados –probablemente escrita por Marechal- no dejaba dudas sobre sus intenciones políticas: democracia sin proscripciones y vigencia irrestricta de la Constitución Nacional. El movimiento insurreccional tenía su epicentro en La Plata, pero se extendía también a C