“Moralito, Moralito se creía Que quizás él a mí me iba a ganar Y cuándo me oyó tocar Le cayó la gota fría” Emiliano Zuleta - “La gota fría” Enemistades El amor y el odio son sentimientos explosivos, que pueden menguar mucho –e incluso desaparecer- luego de una trompada o un revolcón. La amistad y la enemistad de los hombres pueden (y deben) prescindir de esas efusiones. A cambio, suelen ser más duraderas. La enemistad profunda y permanente entre dos personas puede no diferir demasiado de la amistad prolongada. El ejercicio de ambas requiere la perpetua repetición de rituales comunes y la existencia de un código compartido. En ambos casos sus protagonistas comparten mucho entre sí. Borges recordaba la historia de dos teólogos que dedican su vida a refutarse mutuamente y que, al morir, descubren que a los ojos de Dios ellos son una sola persona. Algo así sucede con la historia de Lorenzo Morales y Emiliano Zuleta. Se nos dice que luego de muchísimos años de ejerce...
quien no fue mujer, ni trabajador, piensa que el ayer fue un tiempo mejor María Elena Walsh – “Orquesta de Señoritas” Como a una sirvienta paraguaya -Te juro: antes de que se me vaya la empleada, prefiero que me abandone mi marido. Lo dice Paula, la mujer de mi amigo Ernesto. No me lo dice a mí, se lo dice a mi mujer, quien –para mi sorpresa y preocupación- asiente con la cabeza. Yo converso con Ernesto de política –porque es impropio de varones adultos e informados andar hablando de esas cosas-, pero escucho de costado porque me interesa. -A mí me alcanza con que venga a la mañana, porque Enrique puede estar a la tarde para cuidar a la nena. Yo sigo hablando de Cosas Muy Importantes; pero, al escuchar mi nombre, paro la oreja porque ahora el asunto afecta mis derechos personalísimos. -¿La necesitás sólo para que cuide a la nena? –se informa Paula. -Bueno, también quiero que me ayude con la casa. Mi casa no es una casa, sino más bien un departamento y bastante chico, ...
Boomp3.com Quería encontrar una canción para celebrar el día de la recuperación de las Malvinas (sí, dije celebrar) y no encontraba nada que no fuera la marcha de las Malvinas (que volví a escuchar después de muchísimos años en el acto de Cristina en el Palomar), algunos tanguitos un poco lacrimosos, una canción de copani no demasiado criolla y muy pocos etcéteras de excesiva corrección política. Cuando iba a darme por vencido, mi hermana mechi me reenvió un mail de algún ignoto corresponsal correntino con una hermosa canción cuya letra es de Julián Zini (el pai julián) y su musica es de Mario Bofill. Se llama "los ramones" y se trata de un chamamé. Ningún género me pareció más adecuado por un millón de razones evidentes y porque me gusta el chamamé. La comparto con ustedes con la alegría súbita, hermosa, irrazonada e infantil que sentí a los 10 años, cuando la directora de mi escuela en Oberá nos dijo que habíamos recuperado las Malvinas, y que revivo cada 2 de abril a pesar...
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